Isla

Siempre asociamos esta palabra con algo de mucha belleza, de descanzo, de placer. Arenas doradas, cielo azul, palmeras y mujeres exóticas a nuestro servicio. Un verdadero paraíso terrenal. Pero no siempre es así. Todo esto hermoso y plenamente natural se puede volver trágico. El hecho de encontrarnos en una isla en contra de nuestros propios deseos resulta de una experiencia que de sobrevivir nos marcaría indeleblemente para todo el resto de la vida. Implica en primer lugar asumir la situación sin perder las esperanzas, poner toda nuestra capacidad en aras de la supervivencia, aprender nuevas cosas a fuerza de miles de fracasos, reconquistar el fuego, asumir la soledad idealizando personas o cosas con las cuales podamos mantener un monologo, llevar nuestra mente hasta limites extremos y tener la suficiente cordura para volver, construir un lugar de resguardo, conseguir alimento, idear una vestimenta y todo ello únicamente con los pocos elementos conque dispongamos. Y lo mas duro de todo en caso de sobrevivir es regresar al mundo y tratar de recuperar lo perdido si es que es posible.

En la vida a veces nos toca estar en una isla dentro de tu propia comunidad, en que isla dependera de la suerte, regresar de tu propia voluntad.

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